El 4 de octubre de 1957, la Unión Soviética colocaba en el espacio el primer objeto creado por la mano del hombre: una pequeña esfera metálica de 83 kg de peso que pasaría a la Historia bajo el nombre de Sputnik.
Apenas han pasado 50 años desde aquella fecha y aquel logro nos parece ya algo lejano. La velocidad con la que se han desarrollado los avances en materia espacial a lo largo de estas décadas nos hace observar aquel hito con romanticismo y hasta con cierta condescendencia. Pero en 1957 se trataba de un acontecimiento sorprendente e inesperado, principalmente por su procedencia.
Recreación artística |
Cincuenta años es un plazo demasiado breve para poder tener una adecuada perspectiva histórica. A día de hoy resulta aventurado imaginar cual de los tres principales hitos de la conquista del espacio se verán como un importante acontecimiento histórico dentro de algunos siglos: el lanzamiento del Sputnik, la puesta en órbita de Yuriy Gagarin, o la llegada del hombre a la Luna. Tres hechos íntimamente relacionados y que se desarrollaron a lo largo de poco mas de una década. Pero no cabe duda de que el Sputnik fue el origen de todo. Con el Sputnik nació la era espacial. Y su impacto a nivel social y político fue tan enorme que podemos decir sin temor a equivocarnos que el desarrollo de los acontecimientos en materia espacial habría sido infinitamente mas lento si esta pequeña esfera metálica rusa no hubiera volado sobre nuestras cabezas emitiendo su característico bip-bip aquel mes de octubre de 1957; pero quizás podamos incluso decir que la historia de la segunda mitad del siglo XX en general hubiera podido ser distinta, tales fueron sus consecuencias a nivel geopolitico en unos momentos de alta tensión internacional.
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